domingo, 3 de julio de 2011

Criaderos de trucha temen perder producción


Se trata de ocho emprendimientos que están en el lago Alicurá y por la presencia de la mancha de ceniza no pueden alimentarse.




Neuquén. La gruesa capa de ceniza que se precipitó tras la erupción del complejo volcánico Puyehue Cordón Caulle al lago Nahuel Huapi formó una mancha de grandes dimensiones en el agua, que descendió por el río Limay hasta el embalse Alicurá y amenaza la vida de cientos de miles de peces.
Los ocho criaderos de truchas que están sobre el río y en el embalse viven horas críticas para su producción. Las cenizas que quedaron estancadas en ese lugar debido a la barrera que significa el dique están rodeando a las jaulas que contienen a los peces.
“Esto es una tragedia”, señaló el productor Luis Ochoa, del criadero Alhumo en Alicurá. Los organismos de la provincia o los empresarios no pueden afirmar que haya una masiva mortandad de peces porque aún es muy temprano para evaluar el daño. Según indicaron, es posible que haya grandes pérdidas.

No se puede navegar
Como hay mucha cantidad de piedras de ceniza en la superficie del agua, no se puede navegar hasta los criaderos porque rompe los motores, entonces no se alimenta a los peces hace, por lo menos, 20 días.
Además, la turbidez del agua perjudica las branquias de los animales y puede provocar su muerte por asfixia. El pez obtiene el oxígeno del agua a través de un proceso similar un filtro dentro de su cuerpo, como el agua está sucia de ceniza, las branquias se dañan, irritan e infectan, lo que les causaría la muerte.
“Los peces están en un riesgo muy grande”, señaló Pablo Hualde, director del Centro de Ecología Aplicada del Neuquén (CEAN), quien señaló que lo que más les afecta es la turbidez del agua porque produce muchos inconvenientes “algunos todavía no los sabemos porque no se puede trabajar en estas condiciones, los productores no pueden acceder a los criaderos”.
Las causas del riesgo de vida en los peces no se deben a alteraciones químicas porque, según indicó Hualde, la ceniza no produce cambios en el agua. “El daño es físico porque la turbidez los estresa y no ven el alimento por la poca visibilidad. Los peces entran en ayuno, algunos pueden tolerarlo 30 días pero ya llevan 20”, señaló.
Desde la Secretaría de Gestión Ambiental de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) coincidieron que la calidad de agua se mantiene normal y que es la turbidez la que afecta la vida de los peces. “La mancha de ceniza suspendida en el agua causa una turbidez que redujo el nivel de transparencia a un rango de 30-60 centímetros, cuando lo normal en el río es de 3 metros”, indicó Héctor Labollita.
Sin embargo, las muestras que desde el organismo están haciendo del agua muestran registros normales en los niveles de oxígeno y PH, según indicó el técnico. “La afectación a la vida animal es importante pero no es químico porque no es compuesto reactivo”, añadió.(Lamdenqn)