El portal de los lagos patagónicos comenzó la temporada de verano con el
100 por ciento de ocupación. Este refugio de descanso, pesca y armonía
espera con ansiedad a sus visitantes para gozar de sus grandes
atractivos.
Piedra del Águila, en la provincia de Neuquén, dejó de ser un “lugar de
paso”, para convertirse en un pueblo que hoy recibe miles de turistas
por temporada y ofrece gran cantidad de actividades para el disfrute
asegurado del visitante.
La pequeña ciudad de la cordillera andina se destacada por su paisaje
con predominio de vegetación achaparrada de arbustos espinosos,
infraestructura hotelera, gastronómica y de servicios.
El último fin de semana, Piedra del Aguila registró 100 por ciento de
ocupación, y para el próximo ya hay reservas por 90 por ciento.
“Por día recibimos gran cantidad de consultas y reservas. Mucha gente
aprovecha la tranquilidad del lugar y el paisaje para acercarse a los
puntos clave de pesca. Es impresionante también la cantidad de permisos
de pesca que vendemos a diario”, dijo el director de Turismo de esa
localidad patagónica, Henry Santurio.
“A partir
de las18 horas, cuando vemos que ya la capacidad está colmada,
comenzamos a derivar gente a las ciudades de San Martín de los Andes,
Villa La Angostura y Junín de los Andes. Estamos trabajando
coordinadamente con los Secretarios de Turismos de estas localidades, a
efectos de potenciar toda la región”, agregó.
El mayor atractivo con el que cuenta la localidad es el emblemático Río
Limay y las aguas del embalse, para aquellos que suelen gozar de un
maravilloso día de pesca y de la tranquilidad que distingue al lugar.
Los calmos espejos de agua y el cálido microclima que presenta, permite
la gran población de Truchas Marrón y Arco Iris, que se pueden descubrir
bajo las modalidades de pesca con mosca, spinning liviano y embarcados,
donde algunas especies, según cuentan los grandes pescadores de la
zona, pueden llegar a pesar gasta 5 kilos.
Ideal para contemplar armoniosamente el particular paisaje que presenta,
y especialmente para compartir en familia, es el perilago Kumelkayen.
Un popular centro recreativo diurno, con cristalinas aguas del lago
Pichi Picún Leufu, que cuenta con servicios de confitería. Es el refugio
ideal para realizar actividades como windsurf, kayaks, futbol, vóley,
básquet, bicicleta y pesca deportiva, entre otros.
La localidad presenta una variedad de restaurantes en los que se pueden
degustar diferentes variedades de platos patagónicos preparados con
truchas frescas. Paisaje, actividades, gastronomía y todos los
atractivos que ofrece el portal de los lagos, son la combinación exacta
para una placentera estadía.
Fuente:Telam.