La VI Cumbre de las Américas terminó hoy
en Cartagena de Indias tras dos intensos días de duras discusiones que
no lograron una posición unificada sobre temas como Cuba, pero
demostraron que "no hay temas vedados", según resumió el presidente
anfritrión, el colombiano Juan Manuel Santos.
"Esta ha sido una
Cumbre que podríamos llamarla del diálogo y de la sinceridad (...)
Demostramos, creo que es la primera vez, que no hay temas vedados",
destacó Santos en la rueda de prensa con que se dio término a la cita
trianual sin una declaración final consensuada.
La falta de un
texto común es considerada la señal más clara de las fuertes diferencias
que marcaron una cumbre en la que varios mandatarios expresaron que
será la "última" si no se integra a la marginada Cuba, postura que choca
con la oposición de Estados Unidos y que fue rechazada en Cartagena por
Barack Obama.
También la falta de consenso sobre el apoyo
explícito solicitado por Argentina en su reclamo de las islas Malvinas
frente al Reino Unido complicó el diálogo que mantuvieron sábado y
domingo en Cartagena una treintena de jefes de Estado y de gobierno del
hemisferio en el balneario colombiano.
Santos, sin embargo, le
restó importancia a la falta de una declaración final -tampoco la hubo
tres años atrás en Trinidad y Tobago- e insistió en que lo importante es
que los mandatarios hablaron "sobre todos los temas de manera
respetuosa, directa y franca".
"El hecho de que no haya
declaración no es un fracaso, todo lo contrario, el hecho de que se haya
discutido (el tema cubano) es un éxito", aseveró Santos.
El
mandatario aseguró irse de la cumbre "con una sensación muy positiva"
por haber "contribuido" al diálogo sobre Cuba y las Malvinas.
"Esta
vez fueron discutidos y todos se sienten satisfechos porque por fin
estamos discutiendo los temas (...) álgidos. Es un inmenso avance porque
nos va a permitir fortalecer nuestra integración dentro de las
diferencias que tenemos", valoró.
Sobre el narcotráfico, que
también había generado expectativas por la posibilidad de que se
promoviera como solución la legalización de las drogas, algo rechazado
por Estados Unidos y varios otros países, Santos apuntó que lo que se
acordó fue buscar salidas técnicas a través de la Organización de
Estados Americanos (OEA).
El presidente no negó que en la sesión
privada se hubiera hablado de legalización, pero aclaró que también se
mencionó extremar las sanciones contra los narcotraficantes, incluso
hasta la pena de muerte. En ningún caso mencionó qué país defendió cada
opción.
Previamente, analistas consideraban que el hecho de que
los mandatarios pudieron hablar del tema y virtualmente admitir los
defectos de la estrategia antidrogas vigente podría ser considerado ya
un éxito.
Los participantes en la Cumbre suscribieron mandatos
conjuntos, entre los que el presidente colombiano resaltó sobre todo uno
que busca erradicar la pobreza mediante políticas que apuntan a la
equidad.
Otros mandatos son sobre mitigación de los desastres
naturales, cooperación en seguridad ciudadana, integración en
infraestructura y uso de las telecnologías de información y las
comunicaciones.
La Cumbre, bautizada "Conectando las Américas:
Socios para la Prosperidad", contó con la presencia de los jefes de
Estado y gobierno de 29 de los 34 países invitados.
El
ecuatoriano Rafael Correa había anunciado desde meses atrás su ausencia
en solidaridad con Cuba, mientras que a última horas desistieron el
venezolano Hugo Chávez y el haitiano Michel Martelly por enfermedad y el
nicaragüense Daniel Ortega y el beliceño Dean Barrow por razones no
explicadas.
La VII Cumbre -si es que el tema Cuba permite que se realice- quedó programada para 2015 en Panamá.
DPA.-