El Concejo Deliberante negó a Omar Goye exponer su visión de los
saqueos: los integrantes, en su mayoría, sostuvieron que se podrá
defender en el proceso de revocatoria. Se avanza a un juicio político.
El pedido del intendente Omar Goye, de ser interpelado públicamente, fue
rechazado por el Concejo Deliberante. La mayoría de los miembros de ese
cuerpo sostuvieron que el funcionario se podrá defender en el proceso
de revocatoria y que la solicitud buscaba "distraer la atención".
Los ediles, de esta forma, resolvieron avanzar con el proceso de juicio
político a Goye que podría desembocar en su destitución del cargo, luego
de que el gobernador rionegrino Alberto Weretilneck y el senador
nacional Miguel Ángel Pichetto le pidieran la renuncia.
El intendente de Bariloche había solicitado hoy ser interpelado
públicamente a fin de exponer su visión de los saqueos ocurridos en
diciembre pasado en esa ciudad rionegrina.
El concejal del Frente para la Victoria, Ramón Chiocconni, anticipó que
la bancada oficialista rechazará el pedido del intendente, al que
calificó como "un manotazo de alguien que pretende imponer una agenda
mediático".
"No corresponde que solicite que lo interpelemos y mucho menos
poniéndonos plazos y tema", agregó, antes de afirmar que "no necesitamos
preguntarle nada más al intendente" dijo.
La semana pasada, Goye denunció un "golpe institucional" de parte del
gobernador Alberto Weretilneck y Pichetto, luego de que ambos le
pidieran la renuncia, como derivación de los disturbios del 20 de
diciembre en varios supermercados.
Según el diario Río Negro, Goye solicitó a los concejales barilochenses
que lo convoquen a la brevedad para discutir "de cara al pueblo" todas
las dudas sobre las "responsabilidades de los saqueos y sus posteriores
consecuencias".
"Estos no son tiempos para el silencio y la especulación", advirtió el
jefe comunal en su solicitud y consideró que su exposición sería "un
paso primordial para que la ciudadanía, a través de sus representantes,
tenga las cosas claras".
El intendente insistió en la necesidad de que la ciudad "vuelva
rápidamente a la normalidad institucional" y se garantice "la
gobernabilidad para seguir desarrollando el cargo para el que fui
elegido".
La semana pasada, ante el pedido de renuncia que le hicieron el
gobernador Weretilneck y el rionegrino Pichetto, el intendente
barilochense fue terminante: "No me voy a ir porque me votó la
ciudadanía", aseveró.
En una conferencia de prensa brindada oportunamente, también avisó que
estaba dispuesto a "resistir cualquier intento de golpe institucional".
Fuente:lapolíticaonline