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El financista estadounidense George Soros se retiró del proyecto de construcción en Argentina de la represa Ayuí Grande, en los Esteros del Iberá, segunda zona húmeda del continente, con un posible impacto ambiental en el fronterizo río Uruguay, dijo el lunes un grupo ecologista.
"Esto marca un hito en la crónica de un final anunciado para el Proyecto Ayuí", celebró Emilio Spataro, coordinador de la Campaña 'Salvemos el Iberá' de la organización ecologista Guardianes del Iberá.
El embalse Ayuí Grande, al noreste de Argentina, es un emprendimiento de las empresas Copra, que pertenece a José Aranda, vicepresidente y accionista del multimedio Clarín, y Adecoagro, de Soros.
"Guardianes del Iberá expresa su satisfacción con la noticia y le exige a Copra que revea su decisión y desista del proyecto", declaró Spataro a la prensa.
Según el dirigente ambientalista, esto "demuestra que cuando existen leyes, fundamentos técnicos y movilización ciudadana, las empresas no pueden avanzar con sus planes ilegítimos por más de que tengan el apoyo irrestricto de algunos gobernantes".
El proyecto, cuyas obras inundarán 8.000 hectáreas, contó con la aprobación del gobierno de la provincia de Corrientes (noreste), donde se encuentran los esteros, pero fue rechazado por el gobierno federal de Cristina Kirchner.
La secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable cuestionó la obra porque "es incompatible tanto por las obligaciones con el Estatuto del Río Uruguay, como por la ley General de Ambiente y de Protección de Bosques Nativos".
La cartera advirtió en agosto pasado que "la obra causará perjuicio sensible al río Uruguay, al afectar la calidad de sus aguas".
Aun después de esta resolución, el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, ratificó su apoyo al proyecto afirmando que era "una cuestión de soberanía de la provincia".
No obstante, al suspender las obras durante 90 días en noviembre pasado, la Corte Suprema de Justicia reconoció la competencia del gobierno federal.
La obra se proyecta construir sobre el arroyo Ayuí Grande, que desemboca en el río Miriñay, a su vez afluente del río Uruguay, y su objetivo es utilizar las aguas del lago artificial para regar dos emprendimientos arroceros privados.
Esteros del Iberá ('agua que brilla', en guaraní) es una inmensa red de lagunas de unos 25.000 km2 en el corazón de Corrientes, limítrofe con Paraguay y Brasil y segunda zona húmeda del continente, detrás del Pantanal brasileño.
La calidad de las aguas del río Uruguay, de soberanía compartida entre Argentina y Uruguay, fue objeto de una prolongada disputa entre ambas naciones por la instalación de una fábrica de celulosa en la costa uruguaya de la vía fluvial, zanjada en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Agencia AFP
