domingo, 16 de octubre de 2011

Viaje al yacimiento neuquino donde se extrae el "Shale oil "


Neuquen (AN). A unos 100 kilómetros de Neuquén se trabaja en uno de los yacimientos más importante de petróleo no convencional (shale oil) de todo mundo.
En Loma de La Lata, se puede ver una fuerza incipiente. Empresarios, funcionarios, incluso trabajadores, se animan a decir que se trata de una "etapa fundacional", una nueva posibilidad para escribir la historia que no tenía tan buen final, porque terminaba con las últimas gotas de petróleo neuquino en el corto o el mediano plazo. Sin embargo, parece ser todo lo contrario.
"Río Negro" visitó el yacimiento que todo el mundo mira, donde se produce un petróleo amarillo, rubio, color oro. De una calidad muy superior a que ha obtenido Estados Unidos.
Un nuevo tendido de cañerías en expansión surca por estos días la meseta desértica que, en definitiva, es el yacimiento. Camiones y excavadoras construyen un entramado subterráneo de ductos al costado de los caminos. Hay una apuesta a corto y mediano plazo: el shale oil saldrá de los pozos y seguirá el curso que marcan los oleoductos hasta llegar a destilerías a varios kilómetros de donde ya se lo extrae y -por ahora- se traslada en camiones.
La formación geológica llamada Vaca Muerta (desvelo de empresarios y el gobierno) se extiende por debajo de Loma de La Lata, y constituye, parece haber un cierto consenso, una de las más importantes del mundo de petróleo no convencional. Para la empresa YPF, Argentina puede recuperar el autoabastecimiento con la explotación de shale oil.
La empresa tiene hoy 15 equipos perforando mediante este mecanismo de extracción que está modificando parte de la industria petrolera. El jefe de operaciones de YPF para Argentina, el asturiano Tomás García Blanco, dijo que a través de los pozos ya realizados se están produciendo unos "5000 barriles diarios", con un "muy buen rendimiento" en cada perforación.
En un contexto mundial donde la media histórica de éxito es del 17% (de cada 100 pozos explorados sólo 17 son redituables), hasta ahora, las perforaciones dieron los resultados esperados.
Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de shale oil? A diferencia de los pozos tradicionales, los de shale pueden optimizar su productividad mediante desplazamientos horizontales.
Hasta ahora, se extraía el petróleo o el gas disponibles a profundidad variable. En ocasiones, a varios miles de metros bajo la tierra. Ese petróleo provenía y sigue proviniendo de capas geológicas superiores, más cercanas a la superficie.
Sin embargo, se trata de un fluido que se generó durante millones de años a más profundidad, en la ahora tan mencionada "roca madre", el punto hasta donde de dirigen las nuevas búsquedas, para extraer ahora sí lo que se conoce como "shale oil". Hasta allí, mediante perforaciones que incluyen un entramado de miles de metros de caños dispuestos uno sobre otro, se inyecta agua y arena a una altísima presión. Es la parte sustancial del proceso no convencional: durante esa inyección de agua y arena se producen grietas en la roca madre. La arena inyectada en el mismo proceso de ruptura impide que las fracturas se cierren, permitiendo que fluya el petróleo almacenado en la roca. El tendido que posibilitó el envío de agua a alta presión es el que se utiliza para llevar el petróleo a superficie. A grandes trazos, así es el proceso de extracción.
La simultaneidad de pozos, y la posibilidad de seguir cursos horizontales bajo tierra, otorgan alternativas para la extracción del fluido tras el agrietamiento. En menos de un año, el color oro del shale oil se convirtió en un lugar común.
Ese fluido dorado, que requiere de mucho menor tratamiento para ser industrializado, es la gran vedette del momento.
FERNANDO CASTRO
fcastro@rionegro.com.ar