Antes de partir, la comitiva de investigadores mantuvo una reunión con el subsecretario de Cultura, Juventud y Deporte, Sergio Lüscher y con la directora provincial de Cultura, María Alejandra Martínez Fabi.
Durante la reunión, Lüscher manifestó su interés en fomentar una política concreta que permita el rescate del patrimonio cultural e histórico de la provincia. Además, destacó que más allá de la voluntad particular "nuestra Constitución provincial prevé el rescate, desarrollo, jerarquización y puesta en valor del patrimonio cultural e histórico de la provincia".
Valeria Bernal, directora del proyecto del Conicet denominado "Proceso de diferenciación de las poblaciones humanas del Neuquén", dijo que la iniciativa surgió para reunir información sobre el pasado de las poblaciones humanas del norte neuquino. Recordó también que el sitio que se excavará fue hallado por una denuncia que realizó un poblador de la zona, tras la cual se desarrollaron diversos trabajos de campo.
El año pasado, Bernal consiguió el financiamiento del Conicet para retomar el trabajo en la zona, con la intención de rescatar la mayor cantidad de material posible debido a que el sitio está expuesto a agentes erosivos como el viento. Una de las dificultades existentes es que, de persistir la situación actual, el material se dispersará y se correrá el riesgo de perder información del pasado y de los grupos humanos que vivieron allí, según explicó la investigadora.
Respecto del material arqueológico que rescatará, Valeria Bernal manifestó que "son restos óseos humanos y algunos ajuares que acompañaban los restos, por ejemplo cuentas de collar, que fueron realizadas sobre valvas de moluscos. También adornos de material lítico".
La profesional del Conicet agregó que una cuestión importante del sitio "es el hallazgo de molinos, o sea morteros, donde probablemente se dio el procesamiento de alimentos, como por ejemplo de prosopis (semillas), que es lo que arroja uno de los estudios que llevamos realizados hasta el momento".
