Las décadas finales del Siglo XIX y
las primeras del XX, fueron testigos de masivas migraciones humanas provenientes
de las superpobladas, castigadas y empobrecidas tierras europeas, a los
nuevos países americanos.
El joven continente recibió millones
de nuevos habitantes. Muchos de ellos lo hicieron tras la búsqueda
de mejores horizontes. “Hacer la América” era la consigna más
frecuente.
Hombres, mujeres y a veces niños solos
o familias enteras arribaron a estas tierras. Ellos constituyen las raíces
inmediatas de una gran porción de la población actual argentina.
Fuente: mirarse y reconocerse en sus
raíces