Científicos estadounidenses afirman que
crearon un método para desviar o destruir los asteroides. Según los
expertos, con su concepto se podría haber encargado del asteroide del
pasado viernes que cayó en Rusia en menos de una hora.
De
acuerdo a los científicos, cambiar la órbita de algo diez veces más
grande que el 2012 DA14 demoraría cerca de un año, con el proceso de
evaporación comenzando a una distancia muy lejana al Sol.
"Hemos
discutido estos problemas de manera lógica y racional" señaló Philip M.
Lubin, físico y profesor de la Universidad de California en Santa
Barbara. "Necesitamos ser proactivos en vez de reactivos al enfrentar
amenazas. Esquivar y buscar refugio no es una opción".
El
científico comenzó a trabajar en DE-STAR (siglas de Directed Energy
Solar Targeting of Asteroids an exploRation) hace un año. Descrito como
un "sistema de defensa orbital de energía dirigida", el DE-STAR está
diseñado para tomar un poco del poder del Sol y convertirlo en un masivo
rayo que puede destruir o evaporar asteroides que presenten una posible
amenaza a la Tierra.
El sistema también puede ser
utilizado para desviar un asteroide lejos de la Tierra o hacia el Sol, o
también a un espacio conveniente en donde puede ser destruido.
"El
sistema no es una idea muy lejana de Star Trek" señaló Gary B. Hugues
de la Universidad Estatal Politécnica de California. "Todos los
componentes del sistema existen hoy. Quizás no a la escala que
necesitamos - ahí está el desafío - pero sí tenemos los elementos
básicos".
Entre más grande el sistema, más grandes son las
capacidades. Por ejemplo una versión de 100 metros podría comenzar a
mover cometas o asteroides fuera de su órbita, explicó Hughes, "pero una
versión de 10 kilómetros podría hacer llegar 1.4 megatones de energía
por día a su objetivo".
Un sistema de ese tamaño también
podría aumentar la velocidad de los viajes interplanetarios o dar
energía a sistemas que viajen al espacio profundo.
"Existen
asteroides grandes y cometas que cruzan la órbita de la Tierra, y
algunos muy peligrosos golpearán a la Tierra eventualmente", señala
Hughes. "Ya han golpeado en el pasado y muchos golpearán a futuro.
Debemos sentirnos obligados en hacer algo acerca de este riesgo. Las
soluciones realistas deben ser consideradas, y ésta es una de ellas".
Fuentes: agencias y La Tercera