martes, 2 de abril de 2013

Uno de cada 50 chicos tiene autismo

 Hoy se celebra el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo para difundir el trastorno que representa una crisis de salud global de gravedad creciente.
 Buenos Aires (Télam) > El conocimiento sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA) se amplió en los últimos años con el avance de las neurociencias y los tratamientos adecuados para estimular a los niños, pero sigue pendiente en la sociedad la concientización sobre la realidad de la población juvenil y adulta.
En el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, que se celebra hoy, los profesionales hicieron hincapié en la falta de lugares específicos donde atender a jóvenes y adultos, así como la escasa posibilidad laboral que se les brinda, eje fundamental para su integración.
La psicóloga Florencia Vázquez, especialista en abordajes del Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD), indicó que "cada persona con autismo tiene características especiales que determinarán cuál será su futuro".
"Los distintos grados con los que se presenta el trastorno hace imposible generalizar, pero según esos grados algunos se integrarán a la sociedad -si son admitidos y se les genera el marco propicio- y otros estarán en centros de día donde se los asistirá siempre tratando de incentivar sus capacidades", agregó.
Vázquez explicó que "cuando ya pasan la adolescencia y son adultos, los lugares específicos son los centros de día donde pueden estar durante toda la jornada, y también está la modalidad de hogares".
Sin embargo, "lo cierto es que muchos centros de día u hogares comparten diagnósticos y sólo se diferencian por el grado de discapacidad, si es leve, moderada o grave. No hay lugares específicamente para jóvenes o adultos con TGD", explicó.
"Tampoco hay lugares específicos donde personas con autismo puedan trabajar, cada uno desarrollando sus habilidades, lo que sí hablaría de una sociedad inclusiva en serio", destacó.
Lamentó que "muchas de las terapias, estimulaciones y trabajos que tienen los niños, a medida que crecen, no continúan, y es una pena porque si no siguen teniendo atención especializada, no podrán seguir desarrollándose".
Lorena Cipriano, maestra integradora y psicopedagoga, contó que "en el mundo todavía no está concientizada la necesidad de tener centros específicamente adecuados para este trastorno. La realidad es que todo lo que se hace es a pulmón y depende de cada profesional, de cada centro de día o de cada hogar".