viernes, 31 de mayo de 2013

CIENCIA Cáncer de pulmón: primera vacuna estará disponible en julio

No sirve para prevenir sino como terapia. Un gran logro argentino protagonizado por entidades públicas y privadas que crean serias expectivas.

Por Celia Carbajal
Un antígeno que desencadena una respuesta de defensa inmunitaria en pacientes con cáncer de pulmón "puede ser una eficaz inmunoterapia activa para lograr mayor expectativa de vida", afirmó Daniel Alonso, director científico del consorcio público privado que desarrolló la terapia.
"El proyecto fue identificar una serie de antígenos presentes en las células tumorales que desencadenan la formación de anticuerpos, acción que esta vacuna trata de activar al inmunizar al paciente", dijo a Télam Alonso, director del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad de Quilmes (Unqui) e investigador del Conicet, que trabaja hace 18 años en el desarrollo.
Estos antígenos "se hallan en individuos enfermos con la patología, donde se busca que a partir de la inmunización el paciente reactive su sistema inmunológico y reconozca específicamente las células tumorales e intente destruirlas", describió el investigador.
El consorcio está integrado por entidades públicas y empresas privadas de Argentina: Unqui, Universidad de Buenos Aires, investigadores del laboratorio de Inmunogenética del Hospital de Clínicas perteneciente al Conicet, Instituto de Oncología Angel Roffo, Hospital de Niños Juan Garrahan, Laboratorio Elea y el Grupo Insud, fundador del consorcio público-privado.
El desarrollo tuvo el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y del Instituto Nacional del Cáncer.
Tanto la identificación del blanco terapéutico como su mecanismo de acción constituyen un verdadero hallazgo científico, explica el consorcio acerca del fármaco innovador que se llama "racotumomab" y que fue realizado en colaboración con el Centro de Inmunología Molecular de La Habana.
Roberto Gómez, director médico del laboratorio Elea, dijo a Télam que "se intenta con este producto que el tumor deje de crecer o crezca muy lentamente".
En el desarrollo participó "un gran número de investigadores, la inversión ha sido aproximadamente de unos 50 millones de dólares y se va a seguir invirtiendo mucho más porque si bien tenemos una primera aprobación del Anmat, hay en curso numerosos estudios para nuevas indicaciones".
Gómez contó que "la primera aprobación que hemos conseguido es para un tipo de cáncer de pulmón llamado de ´células no pequeñas´, que representa el 85% de estos cánceres y expresa el blanco a ser tratado".
Según la indicación aprobada por la autoridad regulatoria Argentina, Anmat, es una especialidad medicinal autorizada bajo condiciones especiales N° 57.031; la aplicación es ambulatoria, las primeras cinco dosis de inducción se aplican cada 14 días y luego hay un refuerzo de mantenimiento cada 28 días.
Alonso afirmó que "un gran tema que se da con la patología cancerosa, a diferencia de las infecciones comunes, es que las propias células tumorales, es decir, el elemento patológico, son las del mismo paciente".
Entonces, "si el tumor empieza a desarrollarse, hace fenómenos de tolerancia para tratar de bloquear la respuesta inmunológica de modo de hacerse invisible al sistema inmune".
"Lo que esta sustancia hace es reactivar la inmunidad contra una serie de elementos específicos del tumor que se llaman antígenos glicolilados, que se expresan sobre todo en glicolípidos, azúcares fundamentalmente, en la superficie de las células", dijo Alonso.
Este detalle da la ventaja de hacerlos "más accesibles al ataque del sistema inmune, a través de anticuerpos y factores celulares del sistema inmunológico: realmente es un desafío tanto identificar a ese antígeno como lograr quebrar la tolerancia", enfatizó.
Para Alonso, fue importante "describir el antígeno específico, que no se encuentra en los tejidos sanos, lo que posibilita un tratamiento inmunológico que ataque de manera selectiva al tumor"
"La indicación más interesante apareció en cáncer pulmonar, donde hay pocas opciones terapéuticas cuando la enfermedad se encuentra avanzada y por la gravedad de la patología", dijo el investigador.
El oncólogo Luis Fein -director del Centro Oncológico de Rosario, investigador del ensayo clínico de la vacuna y presidente del Grupo Argentino de Investigación Clínica en Oncología-Gaico- dijo a Télam que hay que tener en cuenta "la gran incidencia de cáncer de pulmón y la alta mortalidad que tiene".
En Argentina, unas 9.000 personas mueren al año por cáncer de pulmón, lo que representa una mortalidad del 86% de los afectados, según datos del Instituto Nacional del Cáncer.
"Nosotros vemos pacientes avanzados, lo que significa que han perdido su oportunidad quirúrgica y llegan a un tratamiento paliativo que significa prolongar la vida con la mejor calidad posible" tras la quimioterapia o la radioterapia, planteó Fein.
"El mérito de esta vacuna es que tiene la capacidad de lograr supervivencia en estos pacientes que han mejorado su enfermedad con la quimioterapia", enfatizó.
Gómez planteó que "ahora la pregunta es cómo podemos maximizar ese beneficio, con qué otra droga o terapia inmune se puede combinar, cómo funciona en cáncer de mama o de piel. Así que a partir de julio, cuando el producto esté comercializado, queda mucho trabajo por realizar", concluyó.- (Télam)