Utilizan jaulas en las que cada cazador puede matar hasta 5 ejemplares por noche.
Florecen los cotos de caza clandestinos. Los controles brillan por su ausencia.
RÍO COLORADO (ARC).- La caza del chancho jabalí está fuera de control. Los atrapan, los enjaulan y los matan indiscriminadamente. Crecen los cotos de caza clandestinos y cualquier acción que intente ponerle límites al fenómeno tiene destino de fracaso.
En realidad ninguna acción es tan contundente como para parar esta matanza y aunque todos se muestran preocupados, los hechos desnudan una realidad indiscutible.
Ni siquiera se parece a la caza deportiva, es una matanza de jabalíes sin más vueltas.
Dentro del departamento de Pichi Mahuida, la captura masiva con jaulas y su posterior matanza en forma indiscriminada del chancho jabalí preocupa a los responsables del Ministerio de Producción en esta localidad, los representantes de fauna y al club de caza, tiro, pesca, "Bardas Bajas".
Sin embargo, también la falta de controles de los organismos provinciales permitió un notable incremento de cotos de caza clandestinos dentro del departamento.
Durante las últimas semanas fue notable el incremento de ventas de permisos para la caza, destacándose aquellos que llegan desde distintos puntos del país y también de los propios dueños de campos. Cada luna llena comienza la cacería sin miramientos de todo tipo de animales.
Los integrantes del club de caza deportiva de Río Colorado vienen pidiendo que sean atendidos por las autoridades provinciales para tratar la problemática.
El grupo reclama una veda total desde el 31 de agosto hasta el 1 de marzo de cada año, para poder preservar las distintas especies que corren serio peligro de extinción.
También pretenden que los valores por permisos foráneos sean al menos de 2.500 pesos y que la gestión para obtener licencia y permiso sea tramitada personalmente y no por quienes alquilan los supuestos cotos de caza.
Otro de los reclamos apunta que cada campo que otorgue más de dos permisos sea denunciado ante la AFIP, porque se trataría claramente de un coto ilegal y cada uno de estos sitios que funciona clandestinamente conjuntamente con quienes alquilan los campos perciben una ganancia no menor a los 30.000 pesos. "Ese dinero obviamente todo en negro", comentó Hugo Lértora, directivo del club.
También se va a pedir al Ministerio de Producción de la Provincia de Río Negro que se apliquen sanciones con multas a los infractores de la Ley de Fauna, cuando se exceda el número de piezas habilitadas. Reclaman el secuestro de vehículos y las distintas armas utilizadas y la posible inhabilitación con retiro de los permisos y licencia de caza en caso de no cumplir con lo mínimo establecido por la actual ley.
"Se tiene que poner un cuerpo estable de guardafaunas para que controle, porque a los cazadores deportivos se les permite transportar una sola pieza abatida y los dueños de los campos matan con jaulas-trampas, más de cinco chanchos por noche", agregó.
Lértora, muy enojado, se preguntó "¿por dónde los transportan? No se tiene que ser muy ducho en la materia para pensar que están liberados todos los controles. A su vez se tiene que denunciar a todos aquellos que permiten y utilizan las famosas jaulas como trampas con las cuales se producen verdaderas matanzas cada día."
La agrupación de cazadores deportivos denuncian que toda esa carne principalmente del jabalí como otras carnes de especies salvajes se comercializan en toda la zona sin el control bromatológica careciendo de toda sanidad.
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