miércoles, 21 de agosto de 2013

Desayunar o sufrir un ataque... ésa es la cuestión

Lo difícil es incorporar hábitos saludables, y desayunar es uno de ellos
De los muchos errores frecuentes en los que incurren las personas que buscan bajar de peso, sin lugar a dudas uno de los que peores consecuencias acarrean para la salud es el de saltearse el desayuno, con la errada idea de que el solo hecho de anular una de las comidas del día se convertirá en un atajo a la ansiada pérdida de kilos. Pero no: ayunar no sólo es contraproducente si uno está en plan de perder peso sino que, como demuestra un reciente estudio, inclusive es malo para la salud cardíaca.
"Desayunar es fundamental, porque ya de por sí la noche implica un ayuno y el cerebro necesita glucosa para funcionar, a tal punto que es muy visible que cuando uno empieza el día sin comer algo, compromete el buen funcionamiento cognitivo, la memoria y la capacidad de concentración", comentó la doctora Mónica Katz, médica especialista en nutrición de la Fundación Favaloro, que agregó que "ayunar tiene un impacto negativo sobre distintos aspectos del organismo".
Eso es lo que confirma el nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), que mostraron que los hombres que no desayunan experimentan un aumento del 27% en sus posibilidades de sufrir un ataque cardíaco o de desarrollar alguna enfermedad cardíaca, si se los compara con varones que sí comen algo al comenzar el día. "Los hombres que no desayunan son más propensos a aumentar de peso, desarrollar diabetes, sufrir de hipertensión y tener el colesterol alto", declaró el doctor Eric Rimm, autor principal del estudio.
Las conclusiones de su estudio, publicadas en la prestigiosa revista Circulation, muestran que no desayunar se traduce en un aumento de varios factores de riesgo cardiovascular: quienes no desayunan tienen un 15% más de chances de subir de peso en forma significativa y un 21% más de posibilidades de desarrollar diabetes tipo II. Y lo que es más llamativo es que los investigadores liderados por el doctor Rimm observaron que los que ayunaban eran más propensos a tener estilos de vida insalubres: fumaban más, hacían menos ejercicio y bebían mayores cantidades de bebidas alcohólicas.
"Este estudio ni siquiera discute el tipo de comida. Sólo habla sobre la conducta y la opción de estilo de vida. Parte de llevar una vida sana para el corazón es desayunar, porque evita que uno haga muchas otras cosas malsanas", comentó la doctora Suzanne Steinbaum, cardióloga del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, al respecto del estudio que durante 16 años evalúo el comportamiento alimentario de 27.000 profesionales de la salud, y su impacto sobre la salud.