jueves, 12 de septiembre de 2013

Sociedad | El maestro ilustre neuquino que apuesta a construir identidad


Junto a sus alumnos lleva adelante distintos proyectos de integración con la comunidad mapuche.
 
Neuquén > Ser motivador de un proyecto para que los alumnos rescaten la oralidad de su comunidad, las vivencias y anécdotas de su pueblo, fue una de las cualidades de David Norberto Franco, docente de la Escuela Nº 288 del paraje Santo Domingo, ubicado a 25 kilómetros de Zapala, que el Ministerio de Educación de la Nación tuvo en cuenta para ser designado, junto a otros 23 docentes del país, como "Buen educador de la Argentina 2013".
Franco tiene 40 años y hace 20 que se recibió de maestro. Comenzó a trabajar en escuelas del centro de Zapala hasta que conoció la educación rural en el norte de la provincia.
Desde 2002 se desempeña en la Escuela 288, a la que asisten 22 alumnos. Franco dicta clases a los chicos del grado múltiple compuesto por alumnos de cuarto a séptimo grado.
Como vive en la ciudad de Zapala, Franco recorre todos los días 25 kilómetros de ida y otros 25 de vuelta para llegar a la escuela. Cuando realizan campamentos con educación física se queda a dormir en la escuela.
Hace una semana Franco recibió el llamado del director de nivel primario del Consejo Provincial de Educación (CPE), Danilo Casanova, con la noticia de que la ministra de Educación Zulma Reina lo había elegido como "Maestro ilustre del año".
Sorprendido y contento por la designación, consideró que seguramente lo eligieron por el trabajo que se hace dentro de la institución. “La escuela siempre está en contacto con la comunidad, con la comisión de fomento, y forma parte de lo que pasa”, comentó -en diálogo con La Mañana de Neuquén- Franco, quien el martes recibió en Buenos Aires, de la mano del ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, la distinción como "Buen educador de la Argentina” del año.
“Mi objetivo es mejorar la calidad pedagógica, revalidar la función de la escuela. A pesar de que estamos atravesados por muchas situaciones familiares y sociales, la escuela no debe dejar de cumplir su función educadora. La escuela es un agente de cambio y de transformación”, explicó.
Destacó que en la actualidad los alumnos junto a los docentes llevan adelante tres proyectos.
Uno de ellos es la realización de un periódico escolar con el objetivo de rescatar la oralidad de la comunidad. “La escuela está dentro de una comunidad mapuche, entonces se recaba información familiar, cultural y anécdotas", explicó.
El segundo proyecto involucra a los chicos con la tecnología.
"Construyendo la identidad nacional" es el nombre del tercer proyecto "en el que se le da importancia a las características de la gente del lugar y después se le muestra a los alumnos que están dentro de una Nación y que, a pesar de que somos distintos, podemos vivir juntos. Tratamos de acercar más a la comunidad mapuche a la escuela, respetar sus costumbres, demostrarles que en la diversidad podemos crecer y desarrollar, y que formamos parte de un territorio que se llama Argentina”, explicó.