domingo, 28 de agosto de 2011

Senillosa y Añelo, fábricas de proteínas

Las estadísticas indican que hay un menor consumo de carne y también cayó estrepitosamente el ingreso de medias reses por la oferta local.
 
Neuquén > Unos cuatro confinamientos donde se engordan bovinos para abastecer de oferta proteica animal al gran mercado consumidor de la ciudad de Neuquén se consolidaron en Senillosa y Añelo de la mano de la barrera sanitaria que impide ingresar con ganado en pie a la zona libre de aftosa sin vacunación.
El ingreso de medias reses en la Provincia bajó un 50.5 por ciento en el primer cuatrimestre del año respecto al mismo periodo de 2010, ingresaron 3.450 unidades contra las 6.966 del año anterior. Los datos se desprenden de las estadísticas que elabora periódicaménte el  Control de Ingreso Provincial de Productos Alimenticios (CIPPA).
Al encontrar una respuesta a este fenómeno, amén de la disminución del consumo de carne vacuna, el gerente del frigorífico de Senillosa, Carlos Haffard, lo atribuyó a la apertura de feed lot, engordes a corral, en Senillosa  y en Añelo y otro más chico en Arroyito. Indicó que la oferta de ganado en pie en las cercanías del centro de consumo más grande de la Patagonia, hace que ingrese una menor cantidad de medias reses y también mencionó el incremento de la producción ganadera en la región del Valle Medio.El frigorífico de Senillosa faena alrededor de 1.800 cabezas por mes. El 70 por ciento de los animales vienen del Valle Medio. Del total de animales que ingresan desde el Valle Medio, el 75 por ciento es de Chimpay, Darwin y Conesa. El resto de Añelo y  Senillosa.Hay que indicar también que si bien no entran tantas medias reses faenadas del norte de la barrera sanitaria, ingresa carne industrializada envasada al vacío. En cuanto al consumo, Haffard señaló que bajó, como en todo el país, principalmente por los precios altos. En este sentido indicó que hay otros productos más económicos como el cerdo que históricaménte estuvo un 50 por ciento más caro que la carne vacuna y observó que también el pollo es más barato.
Los feed lot aumentan la ocupación de mano de obra local, producen valor agregado en la región y entonces los frigoríficos no dependen exclusivaménte de animales que son traídos de otros lugares, con la economización de los fletes. De alguna manera los engordes a corral rompen el círculo vicioso que caracterizó a la región norpatagónica durante décadas: una zona productora de terneros de buena sanidad que eran llevados a engordar a la zona central del país y volvían en forma de carne envasada al vacío.
 
La visión del mercado
Alfredo Adem consideró que en promedio las medias reses pesan un 20 por ciento más por el aumento del peso mínimo resuelto a nivel nacional al tiempo que indicó que del promedio anual de 16 millones de cabezas en el país, hay una caída a 10,5 millones. Describió que el consumo per cápita cayó de 83 a 52 kilos. “Hay menos faena con más peso”, dijo, amén de la reducción del consumo de carne bovina. El precio mínimo de faena ahora está en 300 kilos, entonces la res pesa entre 172 y 175 kilos, por lo tanto la media res orilla los 80 kilos.Sostuvo que la región norpatagónica tiene una diferencia con la región pampeana donde hay fluctuación en lo que es producción y precios, “acá hay más estabilidad”, indicó para agregar que “no hubo una disminución de stock en Neuquén  y la producción es cada vez más estable”.
En cuanto a los engordes a corral dijo que a nivel personal cree que no se paga lo que se debería y que no es partidario del confinamiento porque “se deprecia el novillo a campo que nos hizo famosos en el mundo” y agregó que “engordar un novillo a campo lleva entre 12 y 14 meses y hacerlo a corral entre 90 y 110 días, y entonces se acelera la tasa de faena”. (Fuente: Lmdenqn)