miércoles, 25 de julio de 2012

Pilar Sordo: dolor y felicidad caminan en paralelo

 La felicidad es una decisión que implica entender que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita", sostiene en su libro "Bienvenido dolor" la psicóloga chilena Pilar Sordo, que próximamente visitará General Roca en el marco de la Primera Feria Patagónica del Libro.
La obra está centrada en una investigación sobre el componente "dramático" de las sociedades latinoamericanas, proclives a concebir a la felicidad como un estado fugaz que antecede a la desgracia.
"Bienvenido dolor", su quinta y flamante obra, trabaja sobre la hipótesis de que los latinoamericanos tienden a asociar a la felicidad con una instancia fugaz que los lleva a "vivir anticipando la desgracia" y a buscar recurrentes paliativos que van desde medicamentos hasta la exposición abusiva a las pantallas para diferir la angustia ante la "inminencia" del dolor.
"Hay que terminar con la ilusión de que le podemos ganar al dolor. Eso es falso -explica Sordo en entrevista con Télam-. El dolor es inevitable, pero cuando entendemos que debemos transitarlo y liberar una gama de estados que van desde la rabia hasta la pena y la impotencia se logran varias cosas: pasa más rápido, disminuye, se da una suerte de control sobre lo que vives, y finalmente comienzas a rescatar el aprendizaje de lo vivido".
"El dolor no se termina, sino que convive junto a la felicidad. De a ratos se ve más uno que otro, pero siempre caminan en paralelo y depende de uno cómo va a estar el estado de ánimo, acota.
Según plantea Sordo en "Bienvenido dolor" (Planeta), la felicidad entendida como un entramado de vivencias que implican estar vinculados con el presente, recuperar la ilusión y dotar de sentido a lo que hacemos, es viable a partir de tres requisitos: la decisión de ser feliz más allá de las contingencias emocionales, la gratitud frente a circunstancias tan ordinarias como levantarse a la mañana y la voluntad de centrarse en lo que uno tiene y no en lo que falta.
"Para vivir estas tres condiciones se requiere de otras como tener un buen soporte afectivo, buen sentido el humor y algún sentido de trascendencia ya sea Dios, naturaleza u otra cosa".
Hacerse preguntas para ser felíz.- "Hace poco estuve con un grupo de chamanes mayas con los que estoy empezando a trabajar mi próximo libro y me decían que el gran problema de la humanidad es que ha disminuido la capacidad para formularse preguntas a lo largo de la vida -señala-. La gente a grandes rasgos ya no se interroga por su felicidad o la de su pareja, o por lo que tiene necesidad de cambiar para estar mejor".
"Cada día nos preguntamos menos cosas y la sensación de funcionar en automático es mucho más alta. Y evidentemente, tomar la decisión de ser feliz todos los días pasa por hacerse preguntas y por generar espacios de reflexión", apunta Sordo.
"En las sociedades occidentales solemos rehuir del silencio porque genera preguntas. Creo que si nos hiciéramos más preguntas y respetáramos más nuestros espacios para escucharnos podríamos seguir consumiendo -porque es exquisito el repertorio que la modernidad te entrega- pero al mismo tiempo lograríamos manejar los tiempos y los alcances de ese consumo", analiza.
Las pantallas nos invaden.- La autora de "No quiero crecer" atribuye parte del vacío y la "infelicidad" de la vida contemporánea al fenómeno que define como "la invasión de las pantallas", aunque lejos de demonizar a la tecnología cifra sus consecuencias en la responsabilidad de los adultos a la hora de reglamentar la relación con estos dispositivos.
"Carecemos de herramientas cognitivas y emocionales para disfrutar los beneficios de la modernidad -destaca-. La tecnología llegó y nunca nos dijeron cómo se usaba, pero a fin de cuentas el concepto de sociedad entretenida resultó muy cómodo para la vida actual. Así, nos quedamos enfrascados en este circuito de comodidad donde a los padres les queda cómodo que los chicos se entretengan con la computadora".
"Rescato la tecnología como un tremendo aporte pero exijo contrarrestar sus excesos haciendo uso de la voluntad, de la predisposición necesaria para apagar la televisión, para hablar con los hijos sin que esté establecida como ruido de fondo que termina produciendo la sensación de una interferencia peligrosa e inevitable", subraya.
Viva la diferencia.- Bajo el título "Viva la diferencia", Pilar Sordo dará una conferencia el domingo 12 de agosto, en General Roca, en el marco de la Primera Feria Patagónica del Libro.
"Ir más allá de los géneros hombre-mujer nos permite ver en nosotros mismos qué elementos predominan y cómo nos determinan en lo personal. Hombres y mujeres compartimos capacidades propias tanto de lo femenino como de lo masculino y estamos expuestos a la constante influencia mutua. Tomar conciencia de esto nos ayuda a dar un paso adelante respecto de lo que adultos y jóvenes asocian con ser mujer y con ser hombre y de lo que entendemos como femenino y masculino en nuestra sociedad", resume Pilar Sordo.
¡Viva la Diferencia! es producto de una exhaustiva investigación realizada durante cuatro años, que ayuda a reconocer ciertas características que conformarían lo masculino y lo femenino para "traspasar los géneros y encontrarnos con una nueva posibilidad de ser personas más armónicas y universales", sugiere.
Su propuesta busca presentar la forma en que "podemos enderezar los caminos de los jóvenes para formarlos como mejores mujeres y mejores hombres del siglo 21, más allá de sus propios géneros, permitiéndoles ser capaces de reconocer el beneficio o perjuicio de hacer o no uso de una determinada característica femenina o masculina".
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