La felicidad es una decisión que implica entender que no es más feliz
el que más tiene sino el que menos necesita", sostiene en su libro
"Bienvenido dolor" la psicóloga chilena Pilar Sordo, que próximamente
visitará General Roca en el marco de la Primera Feria Patagónica del
Libro.
La obra está centrada en una investigación sobre el
componente "dramático" de las sociedades latinoamericanas, proclives a
concebir a la felicidad como un estado fugaz que antecede a la
desgracia.
"Bienvenido dolor", su quinta y flamante obra, trabaja
sobre la hipótesis de que los latinoamericanos tienden a asociar a la
felicidad con una instancia fugaz que los lleva a "vivir anticipando la
desgracia" y a buscar recurrentes paliativos que van desde medicamentos
hasta la exposición abusiva a las pantallas para diferir la angustia
ante la "inminencia" del dolor.
"Hay que terminar con la ilusión
de que le podemos ganar al dolor. Eso es falso -explica Sordo en
entrevista con Télam-. El dolor es inevitable, pero cuando entendemos
que debemos transitarlo y liberar una gama de estados que van desde la
rabia hasta la pena y la impotencia se logran varias cosas: pasa más
rápido, disminuye, se da una suerte de control sobre lo que vives, y
finalmente comienzas a rescatar el aprendizaje de lo vivido".
"El
dolor no se termina, sino que convive junto a la felicidad. De a ratos
se ve más uno que otro, pero siempre caminan en paralelo y depende de
uno cómo va a estar el estado de ánimo, acota.
Según plantea Sordo
en "Bienvenido dolor" (Planeta), la felicidad entendida como un
entramado de vivencias que implican estar vinculados con el presente,
recuperar la ilusión y dotar de sentido a lo que hacemos, es viable a
partir de tres requisitos: la decisión de ser feliz más allá de las
contingencias emocionales, la gratitud frente a circunstancias tan
ordinarias como levantarse a la mañana y la voluntad de centrarse en lo
que uno tiene y no en lo que falta.
"Para vivir estas tres
condiciones se requiere de otras como tener un buen soporte afectivo,
buen sentido el humor y algún sentido de trascendencia ya sea Dios,
naturaleza u otra cosa".
Hacerse preguntas para ser felíz.-
"Hace poco estuve con un grupo de chamanes mayas con los que estoy
empezando a trabajar mi próximo libro y me decían que el gran problema
de la humanidad es que ha disminuido la capacidad para formularse
preguntas a lo largo de la vida -señala-. La gente a grandes rasgos ya
no se interroga por su felicidad o la de su pareja, o por lo que tiene
necesidad de cambiar para estar mejor".
"Cada día nos preguntamos
menos cosas y la sensación de funcionar en automático es mucho más alta.
Y evidentemente, tomar la decisión de ser feliz todos los días pasa por
hacerse preguntas y por generar espacios de reflexión", apunta Sordo.
"En
las sociedades occidentales solemos rehuir del silencio porque genera
preguntas. Creo que si nos hiciéramos más preguntas y respetáramos más
nuestros espacios para escucharnos podríamos seguir consumiendo -porque
es exquisito el repertorio que la modernidad te entrega- pero al mismo
tiempo lograríamos manejar los tiempos y los alcances de ese consumo",
analiza.
Las pantallas nos invaden.- La autora de
"No quiero crecer" atribuye parte del vacío y la "infelicidad" de la
vida contemporánea al fenómeno que define como "la invasión de las
pantallas", aunque lejos de demonizar a la tecnología cifra sus
consecuencias en la responsabilidad de los adultos a la hora de
reglamentar la relación con estos dispositivos.
"Carecemos de
herramientas cognitivas y emocionales para disfrutar los beneficios de
la modernidad -destaca-. La tecnología llegó y nunca nos dijeron cómo se
usaba, pero a fin de cuentas el concepto de sociedad entretenida
resultó muy cómodo para la vida actual. Así, nos quedamos enfrascados en
este circuito de comodidad donde a los padres les queda cómodo que los
chicos se entretengan con la computadora".
"Rescato la tecnología
como un tremendo aporte pero exijo contrarrestar sus excesos haciendo
uso de la voluntad, de la predisposición necesaria para apagar la
televisión, para hablar con los hijos sin que esté establecida como
ruido de fondo que termina produciendo la sensación de una interferencia
peligrosa e inevitable", subraya.
Viva la diferencia.-
Bajo el título "Viva la diferencia", Pilar Sordo dará una conferencia
el domingo 12 de agosto, en General Roca, en el marco de la Primera
Feria Patagónica del Libro.
"Ir más allá de los géneros
hombre-mujer nos permite ver en nosotros mismos qué elementos predominan
y cómo nos determinan en lo personal. Hombres y mujeres compartimos
capacidades propias tanto de lo femenino como de lo masculino y estamos
expuestos a la constante influencia mutua. Tomar conciencia de esto nos
ayuda a dar un paso adelante respecto de lo que adultos y jóvenes
asocian con ser mujer y con ser hombre y de lo que entendemos como
femenino y masculino en nuestra sociedad", resume Pilar Sordo.
¡Viva
la Diferencia! es producto de una exhaustiva investigación realizada
durante cuatro años, que ayuda a reconocer ciertas características que
conformarían lo masculino y lo femenino para "traspasar los géneros y
encontrarnos con una nueva posibilidad de ser personas más armónicas y
universales", sugiere.
Su propuesta busca presentar la forma en
que "podemos enderezar los caminos de los jóvenes para formarlos como
mejores mujeres y mejores hombres del siglo 21, más allá de sus propios
géneros, permitiéndoles ser capaces de reconocer el beneficio o
perjuicio de hacer o no uso de una determinada característica femenina o
masculina".
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