SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Esta
semana abrió sus puertas un atractivo "bar de hielo" que se suma a la
variada y ponderada oferta nocturna local, con magníficas discotecas y
variados bares y pubs. El nuevo emprendimiento tiene una escenografía
particular, buena música, iluminación y tragos. "IceBariloche" está
ubicado en una zona estratégica, en el corazón de la actividad nocturna
de la ciudad, en dependencias del hotel Panamericano, con ingreso por
calle España 476, donde hace años funcionó el casino.
César Parodi
y Marcelo Botti, dos de los directores del emprendimiento, explicaron
que en total el lugar tiene 380 m², de los cuales 90 son del bar de
hielo propiamente dicho, donde la temperatura se mantiene varios grados
bajo cero. Hay unos 40.000 kilogramos de hielo, con dos barras, un iglú,
mesitas y bancos y paredes heladas. El piso es de PVC antideslizante.
Todos los "muebles" fueron tallados por el artista local, José Luis
Mezquida, habitué en los encuentros de escultores en madera, que se
realizan durante Semana Santa.
El local tiene dos sectores con
temperatura normal, con un bar seco con variedad de tragos, para la
previa al ingreso y también para prolongar la velada después del "helado
tour". El ingreso está fijado en 130 pesos y los residentes en
Bariloche pagan 70. La entrada incluye un trago, que puede pedirse en el
bar de hielo o bien en el bar seco.
En la zona "pre-bar", con
temperatura agradable, los visitantes pueden pasar varias horas,
compartir tragos, preparados por la barman Cecila, disfrutar de buena
música y videos. También hay chocolate caliente, café y té. Al recinto
helado se ingresa por grupos reducidos, unas 20 personas por turno,
durante 25 minutos. La ambientación es perfecta, predominando el color
celeste y blanco, lo cual es propio a las excursiones internas por los
glaciares. Es como ingresar a una grieta de un glaciar, o estar en una
cueva de hielo, pero con más confort.
La temperatura dentro del
ice bar varía será entre 5º y 8º bajo cero. Los visitantes son provistos
de capas térmicas especialmente diseñadas para soportar las
temperaturas bajo cero. Es como estar en una cámara frigorífica, pero
muy bien decorada, acompañada por imágenes, efectos de luces y un
original vaso de hielo con una consumición incluida en el precio de
entrada.
En el recinto, de 90 metros cuadrados cubiertos, lo que
sus directores sostienen lo ubica como el bar de hielo más grande de
Sudamérica, todo está congelado: paredes, sillones, barra y esculturas.
Hay proyecciones en pantallas y mapping sobre paredes y techo, con show
de luces e imágenes especiales, dentro de una entretenida temática
escenográfica.
El lugar cuenta con fotógrafos profesionales que
retratan a los visitantes durante su estadía y las exhiben en pantallas,
para que puedan ser apreciadas y adquiridas en CD.
Fuente :Rionegro.com.ar