domingo, 23 de octubre de 2011

Preocupa el alto consumo de alcohol

 Neuquén > Luego de la muerte de un joven en presunto estado de ebriedad en 2008, varios sectores sociales de Piedra del Águila se juntaron pocas veces para discutir medidas por el alto consumo de bebidas alcohólicas y drogas en la juventud de la localidad. Sin embargo, tres años después, la situación parece ser la misma y crece la preocupación por parte de las instituciones.

Si bien los sectores sociales consultados afirmaron que todo está más tranquilo desde aquel episodio, remarcaron que no se realizó nada para contener a los adolescentes y evitar su temprano inicio en el alcohol o en la marihuana.
"Es un tema que pareciera que está naturalizado en las familias", comentó la directora del Hospital de Piedra del Águila, Sabrina Gallo. Ahí se está conformando un grupo de trabajo con profesionales en psicología y servicio social para atender problemáticas como estas.
"Cuesta mucho que el padre acepte que su hijo adolescente tiene una adicción y que debe ser tratado. Hay que concientizar a los adultos de esto porque los chicos no van a venir a pedir ayuda", explicó Vanesa Cisterna, asistente social del centro asistencial.
En la escuela secundaria también repercuten los índices de consumo de alcohol y droga. "Sabemos del abuso que cometen los chicos pero no hay eco para trabajarlo, ni de los padres ni de los chicos, porque no lo ven como un problema", manifestó Liliana Manrique, directora del CPEM 32. 
Los padres naturalizan el consumo de alcohol a temprana edad y también lo niegan, según explicaron las fuentes consultadas. "La edad de iniciación en el alcohol es a los 13 años", reveló Cisterna.
El comisario de la localidad, Agustín Cartolano, señaló que hasta hace poco tiempo los boliches dejaban ingresar a menores de edad y se les vendía bebidas alcohólicas, "pero desde que se los intimó a que dejen de hacerlo diminuyeron los problemas y creemos que bajó el consumo".
Sin embargo, la directora de la escuela manifestó que muchos chicos se van a lugares abiertos a tomar o a fumar marihuana. "Es muy difícil poder controlarlos así", comentó Manrique.
La docente manifestó que en 2008 y 2009 hubo un grupo más complicado en la escuela, unos diez chicos que consumían más que el resto, que iban "drogados" a clases. "Esto ya no se ve en los grupos que hay ahora, por lo menos de lunes a viernes no sentimos olor a marihuana ni los vemos borrachos, pero sí sabemos que muchos consumen luego de la escuela. Algunos padres nos piden que los controlemos así que en los recreos estamos en los baños o en el patio pero mucho más no podemos hacer", agregó.
Pocas opciones
"El problema es que los chicos relacionan las salidas nocturnas con el alcohol", expresó la asistente social. La justificación de los padres es que tienen pocas opciones, nada para hacer, aunque las autoridades creen que eso es una falsa construcción de la realidad.
"El problema es que no proyectan después de los 18 años, si no consiguen trabajo rápido quedan sin opciones, la universidad está muy lejos y puestos laborales no hay, entonces quedan boyando, sin futuro", ejemplificó la directora del hospital.