El operario del EPEN que se encontraba en
grave estado, tras recibir una descarga eléctrica de unos 33.000
voltios, falleció luego de permanecer internado 11 días en una clínica
privada.
El deceso se produjo anoche (domingo 30/12) pasadas las 22 según se pudo conocer. Hasta el momento no trascendieron mayores precisiones sobre las causas clínicas. Sin embargo se supo que la descarga lo había atravesado como un rayo.
La víctima fue identificada como Jorge Villalba (31), oriundo de Villa El Chocón, quien al momento del hecho, el pasado 19 de diciembre, se encontraba con otro compañero. Al parecer fue alcanzado por un arco voltaico cuando arrojo una cadena de cinco metros hacia la red eléctrica en el paraje La Porfía, en cercanías a El Chocón.
La Justicia investiga lo ocurrido dentro del marco de un sabotaje que dejó sin electricidad a más de 200.000 neuquinos.
Según se había conocido antes el arco eléctrico que atravesó el cuerpo del operario puedo compararse con un rayo buscando la tierra. Fueron 33.000 voltios que circularon desde la red eléctrica, una cadena de acero de cinco metros de largo que Villalba tenía en sus manos, posiblemente el aire y la humanidad del operario.
Tras el hecho fue internado en una clínica privada de la capital neuquina donde pese a los esfuerzos profesionales no se pudo evitar lo peor. El hombre tenía más del 40% del cuerpo quemado y lesiones en órganos internos.
rionegro.com.ar
El deceso se produjo anoche (domingo 30/12) pasadas las 22 según se pudo conocer. Hasta el momento no trascendieron mayores precisiones sobre las causas clínicas. Sin embargo se supo que la descarga lo había atravesado como un rayo.
La víctima fue identificada como Jorge Villalba (31), oriundo de Villa El Chocón, quien al momento del hecho, el pasado 19 de diciembre, se encontraba con otro compañero. Al parecer fue alcanzado por un arco voltaico cuando arrojo una cadena de cinco metros hacia la red eléctrica en el paraje La Porfía, en cercanías a El Chocón.
La Justicia investiga lo ocurrido dentro del marco de un sabotaje que dejó sin electricidad a más de 200.000 neuquinos.
Según se había conocido antes el arco eléctrico que atravesó el cuerpo del operario puedo compararse con un rayo buscando la tierra. Fueron 33.000 voltios que circularon desde la red eléctrica, una cadena de acero de cinco metros de largo que Villalba tenía en sus manos, posiblemente el aire y la humanidad del operario.
Tras el hecho fue internado en una clínica privada de la capital neuquina donde pese a los esfuerzos profesionales no se pudo evitar lo peor. El hombre tenía más del 40% del cuerpo quemado y lesiones en órganos internos.
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