Finalmente este jueves se confirmó un dato que La Política Online ya
venía anticipado desde la primera mitad del año pasado: la campaña de
trigo 2012/13 resultó un verdadero fracaso y terminó convirtiéndose en
una de las peores de su historia.
Es que, según un reciente informe de la Bolsa de Cereales de Buenos
Aires (BCBA), durante el presente ciclo comercial –que va de junio a
junio aproximadamente- se cosecharon apenas 9,8 millones de toneladas de
trigo en todo el país.
Se trata, en definitiva, de la tercer menor producción de la última
década por detrás de las campañas 2009/10 (con 8 millones de toneladas) y
de la 2008/09 (con 8,5 millones de toneladas) y muy cerca de la peor de
todos los tiempos desde que se tienen registros.
La producción obtenida se ubica un 30% por debajo de la lograda el ciclo
anterior cuando se cosecharon 14 millones de toneladas. “Esto obedece a
la reducción interanual del área de siembra (-22%) y a problemas
climáticos y comerciales”, explicó la BCBA.
Pero, ¿a qué se debe que la pésima performance que la Argentina viene
cumpliendo en los últimos años siendo que históricamente el país fue uno
de los principales productores del mundo?, fue la consulta que LPO le
realizó a varios especialistas.
El denominador común de las respuestas gira en torno a la intervención
del Gobierno nacional sobre el mercado de trigo desde el año 2006 que
planchó los valores al productor con el supuesto propósito de mantener
estables los precios de sus derivados.
“Ninguna de las premisas del kirchnerismo se cumplieron; los precios
internos aumentaron como nunca y jamás hubo tan poco trigo como ahora
porque las políticas fueron un desastre”, apuntó el co-director de la
consultora Nóvitas Enrique Erize.
Por su parte, el presidente de la Asociación Argentina de Productores de
Trigo (Aaprotrigo), Santiago Cameron, también salió a criticar al
Gobierno: “Esto es un resultado claro de las nefastas políticas que
impusieron”, dijo.
En la práctica, el sistema de intervención oficial sobre el mercado lo
implementa el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a
través, principalmente, de cupos discrecionales de exportación (ROEs) y
altas retenciones (en torno al 20%).
Según explicaron las fuentes consultadas, todo este sistema perjudica a
miles de productores de trigo que tuvieron que buscar otras alternativas
productivas y beneficia a la industria molinera que maneja el diputado
provincial kirchnerista Alberto España, oriundo de Mercedes y tío de
Eduardo “Wado” de Pedro.
“Desde el año 2006 no hay un mercado abierto ni transparente, sino que
los productores están sujeto a condiciones totalmente arbitrarias”,
disparó el analista de mercados y director de la consultora Kimei
Creales Javier Buján.
“El mercado de trigo sigue mostrando una enorme distorsión por la
intervención oficial y no hay esperanzas de que esto cambie porque el
Gobierno está convencido que este es el camino a seguir”, agregó Buján.