Una estrecha colaboradora de la ministra de Seguridad reclamó que los fiscales presenten la declaración jurada para pagar ganancias. "Hay tiempo hasta abril", los conminó. Los fiscales están furiosos con la Procuradora, que intentó correr con este tema a la Corte, hasta que le hicieron saber que ella y todo el Ministerio Público no estaban exceptuados como los jueces.
Nilda Garré hizo quedar en ridículo a Alejandra Gils Carbó, la Procuradora General de la Nación que pertenece a su mismo sector dentro del Gobierno –que se dio en llamar Justicia Legítima- y que luego de exigirle a la Corte Suprema que los jueces paguen el Impuesto a las Ganancias, tuvo que esconder la cabeza bajo la tierra cuando el máximo tribunal le explicó que la excepción no rige para los fiscales de manera que ella y todos los funcionarios del Ministerio Público debían pagar el tributo.A principios de marzo, tal como anticipó LPO, Gils Carbó le pidió a la Corte que los jueces y fiscales paguen Ganancias. Este medio explicó que la Acordada 20/96 de la Corte Suprema por la que los jueces están exentos de Ganancias no incluye a los funcionarios del Ministerio Público, esto es, a todos los fiscales y a todos los defensores oficiales, que dependen de Gils Carbó.
La Corte Suprema le respondió que no hay ningún impedimento para que fiscales y defensores oficiales paguen el Impuesto a las Ganancias y, más aún, le dijo que ya deberían estar haciéndolo. De manera que tanto la Pricuradora como todos los funcionarios y empelados de su área, quedaron a la intemperie y en virtual -o real- situación de evasión fiscal.
Luego de la respuesta de la Corte, Gils Carbó retrocedió a la carrera y afirmó sin mayores precisiones que existe "un impedimento legal” para pagar el tributo y comenzó un silencio que ya lleva dos semanas sobre el tema que tanto la había entusiasmado inicialemnte, cuando el gobierno lo vio como una palanca más para incomodar al máximo tribunal.
Su silencio responde en parte a la bronca que desataron sus intenciones en el mundo judicial que le toca administrar, donde fiscales, defensores y empleados no podían creer la torpeza de Gils Carbó que los dejo expuestos a sufrir una reducción del 30 por ciento de su sueldo.
En ese sentido, la Asociación de Fiscales y Funcionarios del Ministerio Público Fiscal envió la semana pasada un comunicado en el que le advertían a Gils Carbó que no querían pagar el impuesto. Soló una fiscal, Fabiana León, se mostró a favor de pagar ganancias (ver video).
Autoboicot
Pero el silencio de Gils Carbó lo rompió una funcionaria que responde directamente a Garré y al sector del Gobierno que encabeza el periodista de Página 12, Horacio Verbitsky, jefe político d ela ministra y la Procuradora.
Se trata de Judith König, coordinadora de Políticas de transparencia del ministerio de Seguridad y estrecha colaboradora de Garré. Incluso la funcionaria se ha mostrado junto a la ministra y la Procuradora.
König, que en la red social Twitter se define como “Investigadora de fraudes y corrupción”, tuiteó canchera el 25 de marzo pasado, que “cualquier juez o fiscal puede pagar presentando el formulario 711, vence en abril, avisen”.
Es decir, que los fiscales y empleados de la Fiscalía, las defensorías y el Ministerio Público sólo deben hacer la declaración jurada anual y pagar como el resto de los mortales, si es que el piso de ganancias los alcanza. Y lógicamente, no se trata de algo opcional, sino de un impuesto que los fiscales no han pagado durante años. De manera que queda sobrevolando no sólo la gravosa inacción de la Afip que tan corajuda se muestra con otros evasores, sino también la posibilidad de que se exija un pago retroactivo con las multas correspondientes.
El eje de Verbitsky-Garré quedó desconcertado tras el giro de Cristina Kirchner en su relación con Jorge Bergoglio, que desde hace dos semanas es el papa de la Iglesia Católica y un entrañable amigo de la Presidenta. El papelón de Gils Carbó es un nuevo golpe a ese sector del poder.
Fuente:lapoliticaonline.
